Sin duda, siempre existen personas brillantes que se distinguen por su buen sentido común, curiosidad y capacidad para resolver problemas difíciles. Pero siempre he sospechado que la imagen del gurú está sobrevalorada.
Algunas malas experiencias me dicen que esto podría ser así. En cierta ocasión, durante el desarrollo de un proyecto mas o menos grande y en una demostración de capacidades, el líder del equipo, que se sabía muy bueno en el desarrollo de software (el gurú), comenzó a utilizar una serie de tecnologías y frameworks de moda para impresionar al cliente y al administrador de proyecto. Como resultado, los que tenían menos experiencia comenzaron a sufrir con la curva de aprendizaje y se enfocaron mas a conocer las nuevas tecnologías que al modelo de negocio. El desarrollo se terminó con una aplicación robusta tecnológicamente, pero poco amigable para el cliente y por supuesto en mas tiempo del que se esperaba. Un pequeño desastre.
En otras ocasiones, me he topado con el típico personaje que es capaz de resolver problemas difíciles, pero que cuando tienes que dar mantenimiento a su código o simplemente necesitas usarlo, este te parece tan desordenado que te dan ganas de hacerlo de nuevo.
Otro de los riesgos de tener a una persona que tiene todo el dominio sobre cierta tecnología, herramienta o el conocimiento mas crítico de un proyecto, es que puede simplemente irse, con el todo su conocimiento.
Me agradan mas los equipos de trabajo donde los problemas difíciles o algunas decisiones tecnológicas se resuelven entre varios.
Los gurús se equivocan como cualquier otro.
Además, cuando te autoproclamas gurú, puedes quedarte solo a la hora de resolver problemas difíciles. Creo que no hay necesidad de que esto sea así, porque el criterio para resolver un problema crítico se reduce al de una sola persona y no creo que esto sea muy conveniente.
Cuando alguien te hace una pregunta complicada sobre algún problema o error, es probable que ella misma tenga mas capacidad para responderla, ya que conoce mejor el contexto del problema. Por lo que mas que tratar de dar una solución es mejor dar un punto de vista o pistas sobre como resolver el problema.
El protagonismo es algo que nos puede seducir a todos, pero yo me lo pensaría mucho antes de adoptar una postura de este tipo. Sobre todo cuando de lo que se trata es hacer mas agradable y profesional tu trabajo. Desde luego no estoy diciendo que todos los gurús son malos, de hecho también he conocido a algunos muy buenos. Pero son los menos.
Un hábito que recomiendo a todos es que cuando encuentras la solución a un problema difícil, la comentes a tus demás compañeros. Esto permite tener una base de conocimiento colectiva y evita tener que investigar demasiado sobre un problema que ya se ha sido resuelto con anterioridad.
Tómate con calma eso de ser gurú, puedes serlo sin hacer alarde. 🙂
Ya me a pasado, son buenos para la promoción, y la mayoría de las veces los resultados son diferentes a los proyectados…a veces hay que obligarlo a que se sujete a los parámetros del cliente… y eso les pude ser difícil.